La fecha fue escogida en memoria al activista ambiental, Hayhow Daniel Donato, quien falleciera de un paro cardíaco mientras participaba en acciones de protestas, contra un estanque ilegal de camarones en la comunidad de Muisne en Ecuador, el 26 de julio de 1998.
El objetivo fundamental de la celebración, se centra en el desarrollo de acciones que velen por el cuidado y protección de estos ecosistemas, buscando atacar los principales factores que afectan su salud, causándole deterioro y pérdidas, en ocasiones irreparables.
¿Qué son los manglares y cuál es su importancia?
Los manglares son entornos naturales sumamente valiosos para el equilibrio de la vida en la Tierra, según Naciones Unidas, conforman parte de los paisajes costeros, típicos de las zonas tropicales y subtropicales.
A pesar de existir diferentes tipos, todos se caracterizan por el nacimiento entre dos ambientes distintos, el terrestre y el marino, constituyendo así, hábitats de una elevada biodiversidad.
También son reconocidos por su capacidad de absorción y almacenamiento de CO2 en sus raíces, contribuyendo a mitigar los efectos del cambio climático.
Entre los servicios ecosistémicos que ofrecen los manglares a los seres humanos están: servir como soporte de pesquerías al constituir refugio de variedades especies comerciales, además constituyen hábitat de especies comunes, amenazadas y en peligro de extinción.
Son considerados las primeras líneas de defensa de las costas ante el impacto de eventos meteorológicos extremos (ciclones, penetraciones del mar), mantienen el equilibrio de las zonas costeras, impiden la erosión de los suelos y contribuyen a la captura y almacenamiento de carbón atmosférico, lo que les confiere elevada importancia para la mitigación del cambio climático.
Presencia de los manglares en el mundo, Cuba y Santiago de Cuba.
La investigadora cubana Yanet Cruz Portorreal, en su libro “Crecer con los manglares”, se refiere a la presencia de los mismos en 123 países aproximadamente, lo que representa una extensión superficial cercana a los 150 000 km2.
En Cuba el 5% del territorio está cubierto por manglares, ubicados mayormente hacia el Occidente de la Isla. Nuestra provincia cuenta con pequeñas representaciones de estos ecosistemas, algunos ubicados dentro de Áreas Protegidas como: el Refugio de Fauna San Miguel de Parada y la Reserva de la Biosfera de Baconao.
El manglar del Refugio de Fauna San Miguel de Parada cuenta con una vegetación en la que predominan los bosques de mangles. Estos juegan un papel muy importante, actuando como barrera frente a los contaminantes que llegan hasta la bahía santiaguera por diferentes vías, inciden en la calidad de agua, pues retienen los sedimentos transportados, controlan el flujo y reflujo de las mareas, estabilizando también las zonas situadas por detrás, aportando energía al ecosistema acuático mediante sus hojas, ramas y raíces.
Dentro de la reserva de la biosfera Baconao, se localizan 13 manglares, muchos de los cuales están en riesgo de desaparecer, explicó la Lic. Flavia Álvarez Denis, investigadora del Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (Bioeco).
Por su importancia para la biodiversidad del territorio, aunque solo ocupan el 1% de la superficie total de la reserva, han sido declarados como prioridad para la conservación de esta, entre los de mayor extensión se encuentran: los de Daiquiría Juraguá, Siboney y Baconao que es el mayor, expandiéndose por 23 hectáreas.
La Dr. C. Margarita Figueredo, directora de Bioeco, en su artículo “Prioridades para la conservación de la diversidad vegetal de las terrazas costeras de la Reserva de la Biosfera Baconao, Cuba” publicado en el 2016, identifica a los manglares como la formación vegetal más perturbada dentro de la reserva y cuyas amenazas se han incrementado por factores como el aumento de la actividad turística y el incremento de la densidad poblacional, esto se ha manifestado en la pérdida de cerca del 48% de la superficie potencial del manglar.
Lamentablemente el actuar humano ha traído como consecuencia alteraciones sobre la integridad, composición y estructura de estos bosques de manglares, incrementando su vulnerabilidad y sensibilidad a los cambios ambientales.
Las principales alteraciones que sufren estos ecosistemas son a causa de la deforestación de las cuencas de los ríos que les suministran agua dulce, la construcción de infraestructuras que obstaculizan la llegada del afluente, el vertimiento de desechos sólidos, la erosión de los suelos y la proliferación de especies exóticas invasoras.
Es necesario la toma de conciencia de todos, especialmente de quienes viven en áreas cercanas a estos ecosistemas. Son cada vez más importantes proyectos y acciones que salgan del marco de una celebración anual y se circunscriban en la premura que requiere actualmente, una acción de conservación profunda para los manglares.
Hoy no existen causas pequeñas, cada batalla librada representa miles de especies protegidas, mejores condiciones en suelos y agua, almacenaje de CO2 y la armonía necesaria para el correcto funcionamiento medio ambiental.
El desarrollo humano demanda necesariamente un enfoque multidimensional, o sea, que seamos capaces de, al tiempo que avanzamos científica, económica y técnicamente, lograr la protección de todas las especies y ecosistemas junto con las condiciones para la vida en la tierra. Es esto, ya a mediano plazo, lo que garantizará la supervivencia de la humanidad.
