Allí acuden personas de toda la provincia de Santiago de Cuba para adquirir el preparado porque donde único se elaboran, hasta el momento, es en el laboratorio del departamento.

Con una gran demanda, a este sitio, acuden un sinnúmero de alérgicos quejosos por reacciones a alérgenos (ácaro, hongo ambiental, aloe, lana, epitelio de animales, etc.), alimentos, picada de insectos y por dermatitis por contacto, entre otras.

“Las gotas son muy efectivas, fundamentalmente para los pacientes con rinitis u obstrucción nasal”, expresó Caridad Roble González, quien labora allí hace 16 años.

“Se confeccionan en el propio departamento por los licenciados  Rodolfo y Dalila, quienes son laboratoristas y pasaron un diplomado al respecto. Estas pueden estar compuestas por benadrilina, prednisolona y efedrina, de acuerdo con la fórmula indicada por el médico.

“Los pacientes encuentran mucha mejoría al aplicarlas y siempre acuden en busca de más, pues para ellos son maravillosas”, destacó Roble. 

Allí también se hacen colirios para la vista, para las personas que padecen de conjuntivitis alérgica, ya que este no puede usar el colirio de la farmacia porque le hace daño.De igual forma prestan servicios para los pacientes de Otorrinolaringología, Inmunología, Dermatología, Neurología y otras especialidades. 

“Las personas traen su frasco estéril y se llevan a casa la formulación, gratis, siempre con la indicación realizada por el galeno, ya sea de cualquier área de salud o institución.

Pero a este colectivo también lo distingue la calidad humana con que tratan a quienes llegan hasta el tercer piso de “Especialidades”. Que si vacunas, pruebas alérgicas, turnos pendientes, gotas nasales y colirios, son el abc de su cotidianidad, siempre con el buen trato pues como refiere Caridad, no le gusta que sus pacientes pasen trabajo.

“Nosotros somos un colectivo muy unido. Laboramos tres médicos, una enfermera y tres licenciados, y sentimos mucho placer con ver la mejoría de los enfermos. En ocasiones hemos tenido déficit con los recursos, pero tratamos de que el que venga a la consulta se vaya con una orientación, tratamiento o medicamento.

“Hemos sido enseñado por nuestra jefa la Dra. Alina Márquez, quien nos ha recalcado que hay que darles solución a los problemas y que al paciente siempre hay que atenderlo con amor, porque aunque no exista el tratamiento en ese momento, la persona se va satisfecha”, concluyó. 

Bajo esta premisa, los trabajadores de la Salud del departamento de Alergia atienden a sus pacientes con cariño, esmero y profesionalidad, saben que quienes allí acuden no están paseando, van enfermos en busca de la sanación, de la orientación o de aquellas gotas que también curan el alma.