Militó tanto en Acción Libertadora, Acción Revolucionaria Oriental (ARO) y Acción Nacional Revolucionaria (ANR), estas dos últimas fundadas y dirigidas por su amigo Frank País y luego se sumó al Movimiento.
Participó en la organización del M-26-7 en el norte de la antigua provincia de Oriente, junto con Rafael Orejón Forment, a quien asesinaron en las tristemente célebres Pascuas Sangrientas. En apoyo al desembarco del Granma, se le encomendó ejecutar acciones militares en territorio holguinero, pero no las pudo llevar a cabo por no recibir las armas.
Se incorporó a la lucha en la capital oriental y formó parte, con los grados de teniente, del primer refuerzo importante en hombres y armas que Frank País envió al Ejército Rebelde. Regresó a Santiago por orientaciones de Fidel. Con el nombre de guerra de Daniel, recorrió el país desarrollando una intensa labor conspirativa. Al retornar intervino en la huelga del 9 de abril de 1958 y dirigió el ataque al cuartel de Boniato. Tenazmente perseguido por las fuerzas represivas de la dictadura se decidió su reincorporación como combatiente del Ejército Rebelde.
El Comandante en Jefe lo nombró jefe de la Columna 10. El 30 de julio de 1958 resultó mortalmente herido en el combate de El Jobal y sus compañeros lo trasladaron hasta un pequeño caserío llamado Hormiguero. Los médicos guerrilleros Ernesto Guevara y Sergio del Valle Jiménez fueron para prestarle asistencia, pero cuando lograron llegar ya René Ramos Latour yacía inerte.
Escuelas, calles, parques y muchas otras instalaciones y comunidades llevan el nombre de ese hijo adoptivo de Santiago que ofrendó su vida por la libertad.