Con una capacidad para más de 40 mil codornices, distribuidas en 4 naves de reproducción, cuenta con una cifra superior a las 20 mil de esta especie, que han llegado a poner entre 7 mil y 14 mil huevos diarios.
De ahí que cada 20 horas se produzca una puesta de esta oferta para su comercialización, bajo en colesterol, rico en proteínas y Omega 3. Además, cada codorniz puede llegar a tener hasta un año de explotación, y a su culminación se puede aprovechar la carne del ave. A esto se suma la siembra de diferentes cultivos con destino al autoconsumo, para lo cual se utiliza compost propio.
Con un total de 28 trabajadores, en su organización como un Colectivo Laboral, la unidad potencia la gestión para su desarrollo, así como la capacitación y autopreparación de sus integrantes, en el dominio del conocimiento técnico de lo producido. En este sentido, la selección de cada miembro del colectivo, y el aprovechamiento de la capacidad de las instalaciones constituyen dos aspectos imprescindibles.
Los huevos que se obtienen en la “La codorniz”, abastecen puntos de la ciudad como el ubicado en Plaza de Marte. Allí la demanda de este producto es elevada, de ahí cada día sea mayor el reto de la UEB, en correspondencia con las necesidades de la población santiaguera.