En un cambio de última hora, la Comisión Nacional del más universal de los deportes informó que el título se definirá en forma de play-offs, al no ser posible cumplimentar el formato previsto inicialmente.
La nueva configuración, que sustituye a la hexagonal final de todos contra todos, prevé semifinales cruzadas entre los primeros y segundos lugares de cada grupo, un una sede única que será el estadio habanero Pedro Marrero.
Los ganadores se enfrentarán a partido único por la corona, programado para el día 14, justo después de la disputa por el bronce en la misma sede.
De esta forma, La Habana y Santiago de Cuba enfrentarán a Camagüey y Villa Clara, respectivamente, en aras de hacer prevalecer su favoritismo.
Para afrontar esta etapa, los cuatro equipos clasificados se reforzaron con tres jugadoras de los conjuntos eliminados, lo que debe aumentar la calidad de estos encuentros.
Las santiagueras, líderes invictas del Grupo B con 37 goles anotados y solo cinco recibidos, eligieron a la delantera granmense Cecil Aldana, máxima goleadora de la justa en su etapa regular con 14 dianas; a la mediocampista guantanamera Lucy Brook y a la defensa granmense Dayanis Suárez.
En tanto, La Habana (41 tantos marcados y solo dos en contra) se hizo con los servicios de la defensora holguinera Yusnelvis Espinosa, y las artemiseñas Yoana Calderón (delantera) y Amanda Díaz (mediocampo).
Villa Clara se reforzó con la portera cienfueguera Erika Acea, la delantera holguinera Adriana Bermúdez y la defensora artemiseña Baysi Cabrera.
Por último, las camagüeyanas sumaron a su equipo a las mediocampistas Elizabeth Espinosa, de Holguín, y Lixi Cuza, de Cienfuegos, y a la portera de Granma, Rubisneisy Boza.