Con una mezcla de portugués y español, Visintin se las arregla muy bien para comunicarse con quien en Santiago de Cuba solicita la atención del carioca.
“Yo soy un promotor cultural y un coleccionador de arte naif”, dijo Odécio, en conversación con el periódico “Sierra Maestra, en la tranquilidad del patio de la galería La Confronta, de la Uneac, en la calle Heredia, de Santiago de Cuba.
“Desde muy joven comencé a coleccionar y a estudiar el arte naif, y también he promovido muchas exposiciones de esta manifestación. Por eso, aunque no me considero un artista, sí soy un promotor y un fomentador del arte naif.”
Dice que vino a Cuba con el objetivo de conversar con los artistas y los periodistas, y los amigos y amigas de Santiago de Cuba para motivarlos a desarrollar aún más este arte y cómo puede ser un instrumento para influir en el cambio educacional, en el cambio cultural y también fomentar la solidaridad.
“Yo acredito que el arte tiene un papel importante para juntar a los pueblos y nosotros tenemos una gran admiración por el trabajo artístico que se desarrolla en Cuba. Estoy aquí para decir que soy solidario y estoy disponible para que hagamos más cosas juntos, Brasil y Cuba.”
Odécio tiene una finca, donde vive su vida de campesino y allí le ha dedicado un espacio cultural donde se mezcla el arte con la gastronomía; cogen los frutos y los sirven en las sesiones artísticas. Está como a 30 kilómetros de Brasilia, pertenece al Distrito Federal, en la ciudad de San Sebastián. Allí vive con su esposa, restaura la foresta, cultiva, reacondiciona el agua…
“Esta es la segunda vez en Cuba; la primera fue en 1994, en un intercambio Brasil y Cuba, sobre la tecnología y desarrollo de la industria agrícola; el uso de semillas de “cacho” para ser sembradas en Pinar del Río, en el Instituto Forestal de esa provincia. Hay un amor muy extenso por Cuba.”
En relación con el Festival del Caribe, Odécio señaló:
“Es muy importante; yo apenas lo conocía de nombre. Estuve ahora en la inauguración del Festival y estoy muy contento con todo lo que vi: la música, la danza, los niños y los mayores hablando, danzando… y pienso que para que el mundo sea mejor tiene que pasar por la unión de los pueblos, de los seres humanos en un ambiente solidario… menos capitalista.
“Nosotros estamos transformando la situación de una manera muy capitalista, donde el centro de todo es la ganancia, y yo acredito que el ser humano será más feliz a partir de la unión, de la solidaridad, y del desarrollo del hombre y la mujer, no por el dinero que se tiene.”
Y ¿qué les contará Odécio a los brasileños, a sus amigos artistas, sobre la Fiesta del Fuego y de Santiago de Cuba?
“Yo voy a contar que nosotros los brasileños precisamos estar más próximos de Cuba, de su cultura, la cultura de Jamaica, de Santo Domingo, de Barbados… en fin, cómo nosotros debemos aprender más. Por eso traje discos de cantantes campesinos brasileños para que Uds. nos conozcan también; son violas, guitarras de 12 cuerdas, tocadas por campesinos que le cantan a la vida rural, a la vida rural y yo le solicito a los periodistas que divulguen nuestra música campesina que es una manifestación de nuestras cultura y es muy parecida al arte naif; la música campera es muy representativa de lo que ocurre en nuestros campos.”
