Ernesto Guevara de la Serna es la prueba de la secuencia lógica de la historia de la Revolución Cubana; símbolo de la lucha armada contra el imperialismo; el guerrillero con espíritu justiciero que conoció a fondo las entrañas del continente. Y para el Che, Patria era más que América y libertar los pueblos latinoamericanos fue su misión más importante.
Los precedentes, y otros conceptos sobre la vida y obra de Antonio Maceo Grajales y del Guerrillero Heroico fueron esbozados en el acto que tuvo lugar en el Museo Casa Natal de Antonio Maceo, en Santiago de Cuba, en ocasión de los aniversarios 177 y 94 de los natalicios, respectivamente, del Titán de Bronce y del Che.
Decía José Martí: “Y hay que poner asunto a lo que dice, porque Maceo tiene en la mente tanta fuerza como en el brazo”. Palabras precisas para describir al extraordinario revolucionario, por su fuerza e inteligencia táctica, siempre en primera línea de combate.
Quienes intervinieron en el acto, al referirse al Che agregaron: “Solidaridad, internacionalismo, altruismo… la definición exacta del Guerrillero Heroico, cuyo accionar y pensamiento revolucionarios trascienden en el tiempo y permanecen vigentes en cada uno de los cubanos”.
Prevaleció en los apuntes sobre los dos héroes, como esencia común en ambos, la Revolución Cubana. Ellos son dos figuras emblemáticas entre los luchadores por la Patria, que sobresalieron en diferentes siglos y recordarlos cada 14 de junio, día de sus natalicios, es la mejor ocasión para reafirmar sus enseñanzas, rendirles tributo, y reiterar: “Seremos como el Che, con el heroísmo de Maceo.”