En entrevista publicada este miércoles por el diario Granma, agregó el ejecutivo que tal barrera con más de 60 años significa un serio obstáculo para los vínculos empresariales entre ambas naciones.
Asc Internacional USA, agencia de viajes radicada en Tampa, sufre el recrudecimiento durante la administración de Donald Trump (2017-2022)de dichas medidas, mantenidas, en su mayoría, por el presidente estadounidense, Joe Biden.
De raíces cubanas, este empresario tiene relaciones comerciales con la isla desde hace más de 20 años y, a través de su firma, traslada grupos de personas interesadas en conocerla y relacionarse, de alguna manera, con el Gobierno y el pueblo.
Dijo que su empresa trajo a este país alcaldes, congresistas, senadores, personas del Gobierno, consejeros de ciudades, empresarios, abogados, y estudiantes de universidades.
Calificó de muy negativa la política estadounidense de bloqueo, porque esas medidas, casi paralizaron toda la actividad comercial de su empresa, por no existir la posibilidad de conexiones aéreas con las provincias y otras muchas prohibiciones.
Explicó que a veces se concentran en el daño económico, que es devastador, pero la inclusión de Cuba en la lista de países presuntos patrocinadores del terrorismo, una medida totalmente absurda y sin sentido, también causa terribles consecuencia.
El empresario participó en la reciente I Feria Internacional de Transporte y Logística, que sesionó en La Habana.
Argumentó que incluir a Cuba en esa espuria lista llevó a la restricción de las operaciones bancarias para su empresa.
Resaltó que hay cubanos dentro de Estados Unidos reacios a algún tipo de nexo o negociación con el Gobierno Revolucionario de aquí.
Eso lo expresan libremente, hacen lobby a favor de esas prohibiciones y dan dinero a políticos para que se les apoye en sus posiciones, pero existe otro grupo de cubanos «que no estamos de acuerdo con ese enfoque, que creemos que, independientemente de las diferencias de carácter teórico, práctico o ideológico, podemos negociar y entendernos», comentó.
Defendió que el mismo derecho que les asiste a aquellos, lo tienen quienes quieren ser escuchados por lo que seguirán interactuando con los políticos estadounidenses para mostrarles las ventajas de una buena relación con Cuba.
El empresario expresó que sus coterráneos llegaron a un país donde existen leyes como garantía para un ordenamiento social y, sin embargo, prohíben al ciudadano natural de ese país, o sea, al estadounidense, que pueda venir a Cuba.
Comentó que ahora quieren prohibirle al grupo empresarial hacer negocios con esta isla bajo principios fuera de los fundamentos de la Constitución estadounidense.
Amor dijo que las leyes cubanas estimulan el intercambio comercial entre empresarios privados nacionales con el resto del mundo, y expuso que su empresa, por más de 20 años, tiene éxitos en este país, por ser partidaria de una relación respetuosa, y reconoció el nuevo escenario como una oportunidad para ampliar los negocios.