Una intensa semana de preparación metodológica, limpieza y ornamentación han protagonizado los docentes y trabajadores de esa institución educativa, ubicada en el capitalino municipio La Habana Vieja.

Jorge Montero Nuviola, director de la escuela, declaró que priorizan las labores de limpieza para garantizar la higiene, sobre todo las enfocadas en la protección contra la COVID-19 y el dengue.

Aseguró que la institución contará con la atención de grupos de especialistas con vistas a seguir la evolución psicológica de los estudiantes.

Keila Espinosa Janeiro, maestra de uno de los grupos afectados durante el siniestro, confesó que pese a no olvidar ese fatídico 6 de mayo, está deseosa de volver a enseñar a los niños, quienes se sienten contentos por regresar, comentó.

Tras el accidente en el hotel, la escuela vivió un intenso proceso de reparación que concluyó recientemente, donde se atendieron afectaciones en el entramado de madera, la carpintería de ventanas y puertas, algunas grietas, cornizas, pintura y vitrales.

La maestra señaló que los pioneros pudieron terminar satisfactoriamente el primer periodo lectivo en las tres escuelas escogidas para acogerlos mientras se realizaban las obras de reparación en la institución afectada.

A disposición de los alumnos estuvieron especialistas que se encargaron de realizar actividades para guiarlos en su preparación psicológica, trabajo que continuaremos desde la escuela y de conjunto con la familia, aseguró.

Aunque a sus espaldas queda el recuerdo visual de un día que dejó secuelas emocionales, el próximo lunes los maestros de la escuela Concepción Arenal recibirán con entusiasmo a sus estudiantes para ayudarlos a retomar su día a día en los mismos pupitres que dejaron atrás.