Santiago de Cuba,

Mis razones del Sí

01 March 2022 Escrito por  Milagros Alonso Pérez

El Proyecto de Ley Código de las Familias que hoy se debate en nuestras comunidades constituye, una vez más, el reflejo de una sociedad de principios de igualdad, equidad, inclusión, diversidad y justicia social.

Conforme avance este proceso legitimador de prácticas y consensos acerca de las temáticas contenidas en el texto, será una necesidad volver a hojear el documento, reflexionar acerca de cada acápite y palabra, esclarecer dudas, consultar vocablos específicos, y dialogar en más de una ocasión.

Estos espacios constituyen una nueva oportunidad para aliar desencuentros, apuntar a la razón, y compartir esas historias que siempre nos han acompañado, aunque algunos nunca quisiesen verlas de cerca.

Y es que, más allá del registro normativo de las prácticas que reúne la actual propuesta de Código, son realidades que ya formaban parte de nuestro día a día hace un tiempo no despreciable, y que son representadas de diferentes formas por numerosas instituciones y actores sociales. Cuba exhibe como país nuevamente acciones vanguardia para el bienestar de todos.

Mientras en el mundo aún persisten los crímenes de odio, la exclusión por determinismos de sexo, género, edad, raza, clase social, orientación sexual, discapacidad, cultura, idioma y nacionalidad, la Mayor de las Antillas defiende con los más sólidos argumentos en materia jurídica nacional e internacional, los derechos de cada uno de los integrantes de cualquier familia cubana de la actualidad.

El proyecto de Código responde a todos los testimonios, sin excepción, que he conocido en mi vida. A la defensa del disfrute de una vida plena de las personas mayores, población etaria predominante en la Nación. Ejemplo que siempre hemos abogado en mi hogar hacia nuestros abuelos.

Aún no he tenido la dicha de ser madre, pero sí aprecio para las futuras generaciones el obsequio de recibir todo el amor y los cuidados con los que me han premiado en casa, sin importar el avance del reloj, y que ya no sea una niña o adolescente.

Valoro este material para mis amistades con preferencias no heterosexuales, en la búsqueda de su felicidad, de su aceptación con las virtudes y los defectos como cualquier otro ser humano, y en la materialización de sus anhelos.

Deviene en un imprescindible para la fundación de un matrimonio sobre la base del respeto y los sentimientos nobles, la responsabilidad tangible e intangible, la participación y comunicación de todos sus miembros por igual.

Mi Sí es por el proyecto del Código de las Familias, sin etiquetas, sin tecnicismos, despejado de aforismos, o contradicciones injustificadas. Mi Sí es por la unión de la familia cubana: sentido que se consolida en este texto, ya que todos tenemos derecho a ser feliz.

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